Si un niño vive con las críticas, aprende a condenar.
Si un niño vive con la hostilidad, aprende a pelear.
Si un niño vive con el ridículo, aprende a ser tímido.
Si un niño vive con la vergüenza, aprende a ser culpable.
Pero si un niño vive con la tolerancia, aprende a ser paciente.
Pero si un niño vive con el aplauso, aprende a confiar.
Pero si un niño vive con el elogio, aprende a apreciar.
Pero si un niño vive con la seguridad, aprende a tener fe.
Pero si un niño vive con la aprobación, aprende a gustarse.
Y si un niño vive con la aceptación y la amistad,
aprende a encontrar amor en el mundo.
Fuente: http://portal.educacion.gov.ar/
Pues sí, lleva mucha razón esta entrada. Besos
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