Dentro de cada maestro se esconde un gran matemático, pues pasamos el día a día tratando de averiguar la ecuación de la educación.
Una ecuación donde las incógnitas nunca son las mismas.
Una ecuación donde el resultado varía de un alumno a otro.
Una ecuación donde la misma fórmula no es aplicable a cualquier circunstancia.
Una ecuación constante de incertidumbre...
que cuando obtiene un resultado,
este es tan maravilloso que llena el corazón y el alma.
¡Va por ustedes, súper profes!
Comentarios
Publicar un comentario
¡Gracias por enriquecer este rinconcito con tu comentario!