Para comenzar la semana comparto un artículo que leí hace muy poco, en el que se relata cómo en Sudamérica (en este caso concreto, Argentina) cada vez triunfan más las escuelas diferentes, esas que emplean metodologías y pedagogías innovadoras y que, sin duda alguna, en este lugar del mundo están en pleno auge. ¿Sucede esto aquí en España? ¿Están más concienciadas las familias en Argentina sobre el cambio que necesita la escuela tradicional? ¿Es la educación una cuestión que es tomada por la sociedad con prioridad e importancia en Argentina? ¿Y en España?
La búsqueda de un aprendizaje diferente
Más
padres eligen hoy pedagogías alternativas y en la mayoría de los
colegios no tradicionales ya no hay vacantes; respetar el
tiempo de cada chico, clave.
''A la hora de elegir el colegio de sus hijas, Virginia
Minoyetti siempre supo que no quería una escuela tradicional. Conocía de
cerca un colegio de pedagogía Montessori, donde habían ido sus
sobrinos, y eso terminó de decidirla por una educación alternativa, "que
respetara el ritmo de aprendizaje de cada chico". Pero eso sólo era la
punta del ovillo. Pronto descubrió un mundo nuevo: aulas integradas
donde interactúan chicos de 3 a 6 años, docentes que no se llaman
maestras sino "guías", espacios físicos y ambientes preparados para que
los niños circulen libremente, e innovadores materiales didácticos
(organizados en función de las áreas vida práctica, educación sensorial,
lenguaje y matemáticas y ordenados de izquierda a derecha y de arriba
hacia abajo desde lo más simple hasta lo más complejo), que las guías
presentan a los chicos de acuerdo con sus propios intereses.
"Me metí mucho con la pedagogía creada por María
Montessori -cuenta Virginia, madre de Renata, de 5 años, Simona, de 3, y
Luisa, de un año-. Empecé a investigar, me acerqué a la fundación que
se encarga de difundir su método y con cinco madres del jardín creamos
un grupo de estudio para seguir aprendiendo. Es increíble ver cómo los
chicos cooperan entre ellos, se respetan, se ayudan. Todo transcurre en
armonía. Es una pedagogía que genera niños autónomos y seguros."
Los Minoyetti, que suelen compartir con sus hijas
actividades como cuidar la huerta que hay en el Olivos Montessori
School, no son una excepción. De hecho, cada vez más familias se acercan
a instituciones con pedagogías alternativas para que sus hijos reciban
una educación diferente de la que ellos recibieron. Las más extendidas
en el país son la Waldorf, la Montessori y la Reggio Emilia, dentro de
las que presentan una propuesta más rupturista con lo que se conoce como
"escuela tradicional".
La licenciada en Educación y directora de la consultora
educativa Diéresis, Alejandra Scialabba, cuenta que quienes eligen
estas escuelas "priorizan la formación más humanística y creen que en
ellas se respeta más los tiempos de los chicos, el contacto con la
naturaleza y se desarrolla más la capacidad creativa.
"Generalmente son escuelas donde se priorizan mucho los
intereses de los niños y los materiales que se utilizan son muy
importantes."
Estas instituciones aún representan un porcentaje
pequeño respecto de la oferta educativa privada, por eso en la mayoría
de estos colegios no hay vacantes y existe una lista de espera para
ingresar. Según Scialabba, "el interés por estos colegios se despertó
hace dos o tres años. En la Argentina, la más elegida es la Waldorf por
la cantidad de escuelas existentes -unas diez- que tiene todos los
niveles. En cambio, la Montessori y la Reggio Emilia son
fundamentalmente de nivel inicial, pero existen unos pocos primarios y
algún secundario".
Aunque la mayoría de los padres elige estas escuelas
porque, como Virginia, está convencida de que es la mejor educación que
pueden ofrecerles a sus hijos y porque no desean repetir su propia
historia académica, otros lo hacen porque probaron con el sistema
educativo tradicional y se sintieron defraudados.
Es el caso de Laura Ayerza, madre de cuatro hijos: uno de 14, dos de
13 y otra de 9 años. Todos van al colegio San Miguel Arcángel, con
orientación Waldorf. Sus tres hijos mayores habían empezado en una
escuela tradicional cerca de su casa, pero después de dos años, Laura
sintió que tenía que hacer un cambio. "Yo no estaba contenta y los
chicos tampoco. Cada vez que los llevaba al colegio era un esfuerzo y
desgaste enormes. Ése fue mi primer llamado", contó.
Empezó a buscar otras alternativas sin saber si quiera
que existían. "Las que había encontrado era más de lo mismo, tal vez
menos horas, pero la propuesta era muy similar. Hasta que fui a una
charla de educación antroposófica, que concibe al niño desde distintos
puntos de vista y estimula la inteligencia emocional, y fue un
descubrimiento. Recuerdo que pensé: «Quiero esto para mis hijos»."
Hoy Laura reconoce que fue una especie de "salto al
vacío" que jamás hubiera dado sola, sin el apoyo de su marido. "Después
de la entrevista que tuvimos en el colegio, sentimos que no había vuelta
atrás -recuerda-. Hoy puedo decir que mis hijos van felices a la
escuela. Siempre hay afecto y contención."
En Waldorf, el aprendizaje se divide por septenios -de 0
a 7 años, de 7 a 14 y de 14 a 21- y durante cada septenio el niño tiene
el mismo maestro. "Que sea el mismo maestro durante los siete años para
mí es positivo porque llega a conocerlos verdaderamente. Los informes
que yo recibo a fin de año de mis hijos me ayudan a conocerlos mejor",
asegura Laura.
Sol Martínez es madre de Tomás, que cursa el primer
ciclo (que comprende 1°, 2° y 3° grado) en el Colegio Montessori de
Luján, que tiene primaria. Llegó ahí tras una mala experiencia en una
escuela tradicional donde Tobías sufrió mucho no poder desplegar toda su
capacidad creativa.
"Cuando los chicos no son como la escuela pretende, no
sabés si el niño es el problema o el problema es la institución
-reflexiona Sol-. Me puse a buscar una escuela donde Tomi pudiera
expresarse y ser él. Mi hijo tiene una necesidad creativa que no podía
desplegar. Y cuando no encajás, te estereotipan: él era «el disperso»,
«el rebelde». Iba a hablar al colegio y me mostraban una lista
interminable de problemas pedagógicos, pero no me ofrecían una solución.
Sentí que se lo querían sacar de encima."
Tomás encontró su lugar en Montessori. "Trabajan con
materiales concretos y después pasan a lo abstracto. Si bien Tomás no es
un chico fácil, hay que saber llevarlo. Si él o algún compañero se
porta mal, le explican qué es lo que hizo mal. Y en cuanto al
aprendizaje, respetan los ritmos de cada chico. Hay una mirada integral,
no sesgada."
Otra diferencia respecto de la tradicional es que no existen
evaluaciones escritas: "Son evaluados sin que lo noten, de acuerdo con
su evolución. No llevan mochila, sólo un cuaderno de comunicaciones. En
el colegio, tienen contenedores con todos los materiales que necesitan
para trabajar", describe Sol.
En el jardín Fabulinus, de Pacheco, hay mesas de luz y
de arena, juegos de agua, espejos de distintas formas y ángulos en los
pasillos y en las aulas, grandes espacios verdes y mucho arte en las
paredes, los pisos y los techos. Tanto el jardín, como la primaria y
secundaria Antonio Berni está inspirada en la pedagogía Reggio Emilia,
una ciudad al norte de Italia, que aplicó en sus escuelas la visión del
pedagogo Loris Malaguzzi.
Carolina Veldramini, madre de 5 hijos -tres de ellos
trillizos que van a sala de tres y otros dos que están en primaria-, no
conocía la pedagogía Reggio Emilia y reconoce que la elección del
colegio fue una apuesta. "Con Manuel, el más grande, me la jugué. Tuve
varias entrevistas con las directoras y me convenció mucho la propuesta,
el lugar y la contención que encontré. Y después, con mis otros hijos,
no tuve dudas. Era lo que quería. No juegan como en otros jardines; acá
exploran, investigan y tienen permiso y lugar para ser niños. Y lo que
más me gusta que el aspecto lúdico se mantiene en primaria y
secundaria", afirmó.
En esta línea pedagógica -algo que comparte con
Montessori y Waldorf-, el espacio físico es un agente educador, por eso
se hace tanto hincapié en que sea motivador y esté preparado para
desarrollar las competencias de los chicos con materiales especialmente
preparados. A partir del material, surgen y se proponen los juegos.
"Es importante que haya espacios amplios, agradables,
por los que los niños circulen. En ellos el juego es libre, los chicos
de 3, 4 y 5 años juegan juntos. Pero las salas están organizadas por
edad", describe la directora de Fabulinus, Alejandra Dubovik, que señala
que el interés por el jardín, que tiene 14 años, creció a partir de la
difusión del documental La educación prohibida, que analiza las
diferentes propuestas educativas y hace una crítica al sistema educativo
actual.
A muchas de estas escuelas se las considera "elitistas"
por las altas cuotas que se pagan. El material utilizado y la
capacitación docente, sumado a los amplios espacios, son algunos de los
elementos que encarecen las cuotas. Sin embargo, en los últimos años se
fue equiparando con las privadas tradicionales. "Hoy no son más caras
que otras escuelas privadas -asegura Scialabba-, pero es verdad que se
ubican dentro del rango de colegios ABC1. Lamentablemente, no hay muchas
opciones económicas."
Otra cuestión que muchos interpretan como una debilidad
es la falta de continuidad del proyecto en niveles primario y
secundario. "No hay muchas escuelas secundarias en estos estilos y a
veces se hace difícil encontrar un colegio que pueda seguir con esta
línea", opina Scialabba.
Éste es, precisamente, el problema al que se enfrentará
Virginia Minoyetti cuando el año que viene Renata empiece el primario.
"La primaria Montessori sólo existe en Luján y, por supuesto, no puedo
mandarlas allá. Van a ir a un colegio más tradicional, pero no me
preocupa. Primero, porque en todas las escuelas que fui a averiguar me
dijeron que los chicos de Montessori se adaptan perfecto. Y, después,
porque confío en que lo que recibieron en estos años les va a durar toda
la vida."
El ABC de las pedagogías más elegidas
Los puntos centrales de las propuestas alternativas
- Waldorf
Estas escuelas se plantean la educación como un desarrollo hacia la libertad individual, incorporando la expresión artística como un medio de aprendizaje en las materias curriculares. Además, los chicos participan en clases y talleres de distintos oficios. Se trabaja por períodos de siete años. Para garantizar el conocimiento profundo de la evolución de cada alumno, un mismo docente acompaña al grupo a lo largo del período.
- Montessori
Es un método cuyo objetivo es inculcar en los chicos la autonomía, la independencia, la iniciativa, la curiosidad, el amor por el orden, la concentración, la autodisciplina y el autoconocimiento. El niño va aprendiendo del medio ambiente físico que lo rodea, por lo que en Montessori todos los muebles se adaptan a él y el material es fácilmente accesible. En la clase se le facilita el trabajo y la libertad de movimiento. Cada niño se acerca a los materiales y reacciona a ellos en forma distinta y aprende a actuar de acuerdo con sus propias necesidades y su capacidad individual.
- Reggio Emilia
Tiene un profundo cuidado por lo estético, de sus propuestas y proyectos, y de las relaciones que establecen con la cultura y la comunidad. Se trabaja a partir de herramientas pedagógicas de suma importancia como la documentación del aprendizaje a través de vídeos, fotos y el debate y al reflexión sobre la práctica pedagógica.''
Fuente:
Un artículo muy interesante, gracias por compartir. :) Un beso
ResponderEliminarDice muchas cositas curiosas. Un besito.
EliminarHola María, me parece muy interesante esta entrada. Creo que el cambio está llegando, pero para mi gusto demasiado despacio. Cada vez veo a más docentes o futuros docentes con estas "nuevas ideas" en mente, pero también veo a padres y madres que lo ven como algo demasiado alternativo y que no puede llegar a dar buenos resultados. Es una pena, porque para que la educación cambie necesitamos abrir la mente tanto docentes como madres y padres. Pero seguro que al final el cambio llegará :) Besos.
ResponderEliminarTen por seguro que llegará, que hace unos años hablar por teléfono parecía brujería y míranos ahora. Con pequeñas acciones, y pequeñas prácticas novedosas que se pongan en marcha, esto tomará impulso. ¡Gracias por comentar! Un besito.
Eliminar¡Muy interesante! Graciaaaaaaaaaaas. Un biquiño.
ResponderEliminarGracias a tí Ana, un besito.
EliminarHola soy Montse del blog RACONET D'INFANTIL y te he dejado un premio en:
ResponderEliminarhttp://raconetdinfantil.blogspot.com.es/2013/12/el-meu-primer-premi-blogero.html
Espero que te guste. Saludos
¡Hola Montse! Muchas gracias por el premio! Me hace mucha ilusión, así que colocaré el cartelito en el lateral. ¡Un saludo y feliz navidad!
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