¿Qué hace Ticco, este bonito tucán, en Florencia? ¿Cómo habrá llegado hasta allí? Un cuento muy especial de cosecha propia donde los sueños se hacen realidad y con el que viajamos a Italia, un país rebosante de arte...
Vuelvo a compartir con todos ustedes el fruto de nuestra imaginación y creatividad.
¡Muchas gracias compis por otro cuento genial!
Amanecía otro día soleado en esa selva africana donde Ticco, un bonito tucán, vivía desde que había nacido, una selva llena de color y vida que cada día conseguía maravillarle.
Por eso, su gran sueño desde que rompió su cascarón y abrió por primera vez sus ojitos, era ser artista para plasmar en sus cuadros el hermoso paisaje que le rodeaba. Sin embargo, toda su ilusión se ensombrecía al oír las palabras de los demás animales: en la selva no había lugar para el arte.
''¡No pierdas el tiempo Ticco, aquí hay cosas más importantes que hacer!'', le decía su padre, lo que le provocaba una gran tristeza a su corazón de artista.
Una noche en la que se sentía especialmente cansado, cayó en un profundo sueño...un sueño que le transportó a una ciudad de Italia llamada Florencia, donde el arte era lo único que importaba.
A la mañana siguente, iluminado por la magia del sueño, decidió emprender un viaje a esa su ansiada ciudad. Tras una agotadora semana de vuelo, empezó a divisar la Catedral de Santa María de las Flores y su imponente cúpula.
''¡¡Uooohhh, impresionante!!'' exclamó Ticco al verla.
Después de dar varios rodeos a la cúpula, aterrizó en la Plaza de la Señoría, donde encontró a varios artistas pintando en sus lienzos en plena calle. Sin que nadie lo viera, Ticco cogió un pincel y un lienzo y comenzó a reflejar en él los vivos colores de su añorado hogar.
Todas las personas que pasaron por allí quedaron atónitos al contemplar la maravillosa obra de arte que Ticco había creado, y el rumor de este suceso corrió como la pólvora: un nuevo artista había llegado a Florencia. Por fin este tucán había encontrado el lugar de sus sueños... y a día de hoy él continúa pintando los mágicos colores de su selva africana.
¡Muy chulo el cuento! Gracias por compartir. Buen día
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias Isabel! Como ya es de noche, que tengas un feliz jueves.
Eliminar¡Hola! Me ha gustado mucho el cuento, Ticco nos recuerda que hay que seguir luchando por nuestros sueños, por mucho que las personas de alrededor no crean en ellos. Además es una buena actividad motivadora para empezar a estudiar el arte. Gracias por compartir.
ResponderEliminarUn saludo
Muchísimas gracias por tu comentario, es una alegría saber que te ha gustado. ¡Saludos!
EliminarEs un cuento realmente precioso. Gracias por compartirlo. Un beso.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Ana, un beso.
EliminarQue chulada de cuento, lo contaré a mis niños seguro, ya estoy dando vueltas para hacer algo con la goma eva de recurso, jajaja... muchísimas gracias por compartirlo, un saludo!!!
ResponderEliminar¡Con las cosas tan bonitas que haces seguro que un tucán precioso te sale! Muchísimas gracias Cely, un beso.
EliminarPrecioso cuento, ¡me gustó muchísimo! enhorabuena. Yo estuve en Florencia y me enamoré de ella, la Catedral de Santa María de las Flores es un sueño. Cuando pueda me gustaría hacer como Ticco y darme una escapadita otra vez por Florencia, jeje tal vez lo vea por allí. Besitos.
ResponderEliminar¡Qué suerte! Debe ser impresionante verlo de cerca, en directo. Qué suerte tiene Ticco, ¿verdad? jajaja. ¡Un beso!
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