Viñetas de Frato

¿Alguna vez alguien, tras ver una viñeta de Tonucci, no ha quedado pensativo? ¡Creo que es imposible! Sus ilustraciones son magníficas y expresan muchísimo contenido en tan solo un dibujo acompañado de una frase. Por ello, hoy le hago este pequeño homenaje recopilando varias de sus viñetas para que nos sirva para pensar en cómo es y está la educación, cómo podría ser, cómo debería ser... y nos anime a dar un paso más hacia la utopía educativa.

¿Retraso grave? ¿Por que así lo dicta un test estandarizado que casi siempre deja a un lado el contexto, el ambiente en el que se ha desarrollado el niño?

Ay, ay... ¡que tenemos que ser buenos modelos! Así no podemos pretender educar, si primero no hemos dado el ejemplo nosotros.

¡Valoremos las producciones del niño! La pared no está pintarrajeada... simplemente, el peque expresó todo su potencial artístico en el lugar donde no debía. ¿Y si le decimos que es estupendo, pero que es muchísimo mejor pintar sobre un folio, cartulina...?

Nos empeñamos en enseñar desde la pizarra aquello que podemos experimentar y vivir desde la realidad. ¡¡Todos al campo, allí aprenderemos cómo son los árboles!!

 

 

En vez de ''comernos'' los sueños, necesidades, gustos, preferencias, maneras de ser y deseos de los peques e imponerles lo que ''nosotros creemos que debe hacer y pensar'', ¡ayudémosle a potenciar su esencia! Solo así, cuando sea un adulto, podrá elegir, ser crítico, conocerse a sí mismo y buscar lo que le hace feliz.

¡Así la INCLUSIÓN es imposible! El poder de cambio hacia la ansiada inclusión está en la escuela, en la sociedad. Y mientras no se modifiquen todas las barreras... la escuela no estará abierta a todo el mundo.

Por supuesto que se podría, todo depende de cómo enfoquemos el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Respetemos sus ritmos, su desarrollo, sin prisas, dejando que su persona de manera natural  y con nuestra ayuda adquiera poquito a poco las habilidades y capacidades.