Escuelas O'pelouro, escuelas para todo niño.
¿Quieres conocerla?
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O'Pelouro, enclavada
en una pequeña aldea rural del sur de Galicia, rodeada de naturaleza, es una escuela, una manera de educar, fundada por el neuropsiquiatra infantil Juan Llauder y la psicopedagoga Teresa Ubeira en 1973, centrada en el Niño y cuyo modelo
psicopedagógico se centra en la INTEGRACIÓN. O'pelouro es una escuela para
todo niño, también para los que presentan trastornos, problemas o características especiales neurocognitivos que afectan al desarrollo, (autismo, síndrome de Down, altas capacidades...), preocupándose de
cambiar la percepción y la relación con los niños y niñas para que, de este
modo, las formas en que tratamos de referirnos a ellos no estén cargadas de
rechazo, ni de pena de ni inmovilidad.
Es hacer como si fuera posible, es decir, como si fueran normales, viviendo situaciones cotidianas de
normalidad, rompiendo el maleficio de supuestos de
incapacidad, de los limites de lo que pueden y no pueden, supuestos que
empiezan a empobrecer las situaciones en las cuales los críos pueden participar
y los fijan repetitivamente en lo que ya se ha decidido que son y que pueden ser.
Por ello, en O'pelouro se crean situaciones de normalidad ( o mejor dicho
aprovechar las situaciones de normalidad que existen en ambientes de vida
normal y con sentido) y tratar a estos niños y niñas con trastornos como si
pudieran ser normales en esas circunstancias, porque es en esos momentos en los
que puede ocurrir lo previsto, en donde alguien puede mostrar sus auténticos
potenciales; en donde el potencial de cada uno emerge para hacerse cargo de
situaciones con significado, relacionadas con algo que desean y les importa. En
donde se llegan a dar incluso lo que ellos llaman “islas de normalidad”, es decir, momentos en los que los
autistas, u otros niños y niñas con distintos trastornos, viven una situación
normal con normalidad. O'Pelouro no es, pues, un lugar pensado para integrar. Es simplemente, una escuela pensada desde otro sitio, desde la salud, y es por tanto otra escuela.
Una escuela que integra
si, pero no por que mete dentro a niños “diferentes”, con la esperanza de que sean
o se comporten lo máximo posible como “normales”. Es una escuela que integra,
pero que acepta radicalmente la diferencia. Y esta aceptación esta tanto una
actitud, una forma de mirar a los niños, a cada niño y a cada niña, como una
organización, una estructura y un medio que permiten la interacción y crea los
espacios en donde la existencia y las peculiaridades de cada uno tienen cabida.
Actualmente
conviven en ella más de un centenar de niños y niñas de primaria y
secundaria, muchos de ellos como internos, con diferentes grados de
“diferencias” psicocognitivas. Y es que el lenguaje es importante en O
Pelouro porque si a la psicosis, la esquizofrenia, el autismo, la
hiperactividad o el síndrome de Down les llamamos “diferencias”, los
niños que estudian en O Pelouro dejan de ser discapacitados,
disminuidos, minusválidos o subnormales para pasar a ser, simplemente,
diferentes.
“O
Pelouro no se define como una escuela para integrar, si no que integra a partir
de la aceptación radical de la diferencia. Se trata de una actitud, una
organización, que rompen los supuestos de incapacidad y limitación y se apartan de las casillas y categorías de
la escuela convencional.”

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