Comienza Septiembre, el mes de la vuelta al cole. Y en honor a ello, el post de hoy lo dedico a la gran educadora y pedagoga María Montessori, de la cual fue ayer el 142 aniversario de su nacimiento, como nos lo advirtió Google con su curioso doodle.
María Montessori, nacida en Italia el 31 de agosto de 1870, fue una de las pedagogas y educadoras más reconocidas y con más influencia en la historia de la educación (y lo sigue siendo) ya que muchos de los aspectos de su metodología 'El método Montessori' siguen muy vigentes hoy día.
Con estudios de Medicina, Antropología y Filosofía, entre otros, tras la independización de Italia, el deterioro de la situación económica del país hizo a Montessori interesarse por las condiciones sociales de las mujeres y los niños. Por esta razón, participó en varios congresos en los cuales su discurso se centraba en la temática femenina e infantil y en la necesidad de atención y educación a pequeños con deficiencias mentales, exponiendo la relación entre el abandono infantil y el desarrollo posterior de la delincuencia. Y el destino le dio la oportunidad.
Sobre 1898 consiguió trabajar con niños considerados 'perturbados' mentalmente, dándose cuenta de que estos niños tenían potencialidades que, aunque estaban disminuidas, podían ser desarrolladas y que eran dignos de una vida mejor sin representar una carga para la sociedad. Y fue justo ahí cuando decidió dedicarse a los niños por el resto de su vida, tomando conciencia de que lo que les hacía falta eran objetos para tocar, que el ser humano tiene necesidad de actividad, de realidad, de cultivar su inteligencia y personalidad.
Desarrolló sus propios métodos, que aplicó más tarde a toda clase de niños. A través de la experiencia llegó a la conclusión de que los niños se construyen a sí mismos a partir de elementos del ambiente. Así, tiempo después fundó la Casa de los Niños (Casa dei Bambini), llevando a cabo una metodología que pasaría a llamarse el Método Montessori del que les he hablado (click para ver el post). La premisa de que los niños son sus propios maestros y que para aprender necesitan libertad, espontaneidad y múltiples opciones entre las cuales escoger fue lo que inspiró a María Montessori en su lucha por reformar la educación.
Defendía que los conocimientos deben ser percibidos por los propios niños como consecuencia de sus razonamientos, permitiendo que sea él quien encuentre la solución al problema, a menos que sea necesario y el niño lo requiera. El educador/a debe motivar a sus pequeños a aprender y descubrir ideas ellos mismos en lugar de recibir la información de los demás.
Habría de dársele a cada individuo la posibilidad de satisfacer sus potencialidades para conseguir así una persona independiente, segura y equilibrada, marcando cada niño su ritmo, velocidad y tiempo a la hora de aprender.
Y aunque su persona murió en 1952, su pensamiento sigue vivo en muchísimas instituciones educativas hoy día alrededor del mundo.
María Montessori, nacida en Italia el 31 de agosto de 1870, fue una de las pedagogas y educadoras más reconocidas y con más influencia en la historia de la educación (y lo sigue siendo) ya que muchos de los aspectos de su metodología 'El método Montessori' siguen muy vigentes hoy día.
Con estudios de Medicina, Antropología y Filosofía, entre otros, tras la independización de Italia, el deterioro de la situación económica del país hizo a Montessori interesarse por las condiciones sociales de las mujeres y los niños. Por esta razón, participó en varios congresos en los cuales su discurso se centraba en la temática femenina e infantil y en la necesidad de atención y educación a pequeños con deficiencias mentales, exponiendo la relación entre el abandono infantil y el desarrollo posterior de la delincuencia. Y el destino le dio la oportunidad.
Sobre 1898 consiguió trabajar con niños considerados 'perturbados' mentalmente, dándose cuenta de que estos niños tenían potencialidades que, aunque estaban disminuidas, podían ser desarrolladas y que eran dignos de una vida mejor sin representar una carga para la sociedad. Y fue justo ahí cuando decidió dedicarse a los niños por el resto de su vida, tomando conciencia de que lo que les hacía falta eran objetos para tocar, que el ser humano tiene necesidad de actividad, de realidad, de cultivar su inteligencia y personalidad.
Desarrolló sus propios métodos, que aplicó más tarde a toda clase de niños. A través de la experiencia llegó a la conclusión de que los niños se construyen a sí mismos a partir de elementos del ambiente. Así, tiempo después fundó la Casa de los Niños (Casa dei Bambini), llevando a cabo una metodología que pasaría a llamarse el Método Montessori del que les he hablado (click para ver el post). La premisa de que los niños son sus propios maestros y que para aprender necesitan libertad, espontaneidad y múltiples opciones entre las cuales escoger fue lo que inspiró a María Montessori en su lucha por reformar la educación.
Defendía que los conocimientos deben ser percibidos por los propios niños como consecuencia de sus razonamientos, permitiendo que sea él quien encuentre la solución al problema, a menos que sea necesario y el niño lo requiera. El educador/a debe motivar a sus pequeños a aprender y descubrir ideas ellos mismos en lugar de recibir la información de los demás.
Habría de dársele a cada individuo la posibilidad de satisfacer sus potencialidades para conseguir así una persona independiente, segura y equilibrada, marcando cada niño su ritmo, velocidad y tiempo a la hora de aprender.
Y aunque su persona murió en 1952, su pensamiento sigue vivo en muchísimas instituciones educativas hoy día alrededor del mundo.
Una gran mujer, hoy en día falta su método para educar en libertad!!
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