No hay mejor forma de comenzar la semana que profundizando más en la metodología reggiana, (que si aún no conoces, puedes hacerlo leyendo estos posts). En esta ocasión nos centraremos en los niños, las familias y los educadores, analizando el papel que cumple cada uno de ellos en las escuelas que siguen esta preciosa pedagogía. Ya verás qué interesante...
Para el enfoque reggiano, todos los niños tienen la preparación, el potencial, la curiosidad y el interés por establecer relaciones e involucrarse en las interacciones sociales, construyendo su aprendizaje y negociando con todo lo que el ambiente les brinda. Se les describe así:
- Con emociones y sentimientos que viven intensamente (sí, intensamente).
- Que elige y toma responsabilidad sobre sus acciones y decisiones.
- Competente (capaz de ser, estar y hacer).
- Con un enorme potencial (se mira hacia el futuro desde lo que el niño es hoy hacia lo que puede llegar a ser, respetando siempre su ritmo de maduración).
- Que pide ser mirado y escuchado (¿nuestros sistemas educativos procuran que miremos a los niños? ¿que los escuchemos?).
- Que se expresa a través de diferentes lenguajes (¡recuerda, los 100 lenguajes del niño!).
- Constructivista (construye relaciones, aprendizajes, teorías...), activo (exige participar, de ahí la importancia de devolverles la responsabilidad de su propia historia y camino de vida), y protagonista de su propio aprendizaje.
- Con un pensamiento flexible, adoptando nuevas posiciones, haciendo tomando prestados conocimientos, capaz de enriquecer, confrontar y profundizar.
- Investigador y aventurero, asumiendo retos, y estando dispuesto a investigar, explorar y experimentar, produciendo hipótesis y conjeturas.
- Solidarios, que acompañan, ayudan, guían y modelan a los otros.
- Con una gran capacidad de asombro, a la espera de lo inesperado.
- Que está continuamente construyendo su identidad.
Los educadores
El rol del educador responde a la imagen que se tiene del niño. Los educadores guían, acompañan y crean contextos de aprendizaje, de modo que los niños puedan desarrollar sus potencialidades. De igual manera, es un investigador constante de la cultura de los niños y busca entender y comprender cómo estos aprenden, cómo piensan y qué los mueve. Es así como su papel es de escuchar, observar, aportar materiales, hacer preguntas y crear condiciones para el aprendizaje, siendo para los pequeños una persona disponible que los acompaña de manera atenta, respetuosa y amorosa.
Por tanto, maestros y niños son compañeros de aprendizaje. Los maestros son aprendices junto con los niños. Y es que en la propuesta de Reggio Emilia se plantea que los docentes vayan a la escuela a aprender con los niños, ya que allí van a investigar, llegando a conclusiones mediante documentaciones de proyectos reales (y no retóricos) que son narraciones de las posibilidades humanas y de lo vivido en el aula. Como diría Malaguzzi, las cosas de los niños se aprenden solo de los niños. En este caso, la documentación puede ser vista como una escucha visible: asegura el escuchar y ser escuchado por los demás, lo que significa producir ''huellas (como notas, fotos, vídeos...) para hacer visibles los medios a través de los cuales los individuos y el grupo están aprendiendo, lo que permite que los alumnos puedan observarse desde un punto de vista externo mientras aprenden (durante y después del proceso).
Los educadores son valorados por su experiencia y sus ideas. Además, han de observar y escuchar a los pequeños para saber cómo hacer su trabajo, ellos hacen preguntas y descubren así las teorías e ideas de los niños. Después comparan e interpretan sus observaciones, ya que consideran su trabajo como una experiencia que consiste en una reflexión de la teoría y la práctica de manera conjunta y unida.
De este modo, la tarea docente no solo es permitir que las diferencias puedan ser expresadas, sino también hacer posible que ellos puedan negociar y nutrirse a través del intercambio y la comparación de ideas. Así, el grupo- clase se vuelve consciente de ser un lugar de enseñanzas, donde los lenguajes son enriquecidos, multiplicados y refinados, pero también un lugar donde chocan el uno con el otro y se renuevan.
Con lo cual, los educadores no son simplemente quienes llenan ''jarros vacíos'' (principalmente porque no están vacíos), sino que son seres conscientes de su rol en el desarrollo humano de los niños. Humano, que va mucho muchísimo más allá del cognitivo o intelectual. Por eso, aquí se habla de formación y no de capacitación o preparación.
Las familias
En el proyecto educativo de Reggio Emilia los padres son vistos como compañeros, de modo que participan y se comprometen a colaborar en el aprendizaje de sus hijos. Los padres cuentan con dieferentes canales de participación, ya sea intercambiando información con los profesores, prestando apoyo en proyectos, enviando materiales, conociendo los trabajos del aula, visitándola, etc. Además, contribuyen con ideas y sugerencias para mejorar la educación de los pequeños, ya que involucran en todo lo que concierne a su enseñanza, aportando al desarrollo integral de sus hijos.
Y es que para que la educación funcione como debería, los papás y las mamás deben asumir este rol que les corresponde. Aunque depende de las exigencias económicas y sociales, su función puede verse limitada, ya que la educación por parte de los padres en el desarrollo de los pequeños es irremplazable. Son esenciales en el programa, son una parte importante y activa de la experiencia del aprendizaje de los niños y, al mismo tiempo, son una ayuda para asegurar su bienestar en la escuela. ¿Por qué en algunos coles olvidan a la familia? ¿Por qué se cierran a ella?
Sin duda, podemos aprender muchísimo de lo expuesto hoy. Algunos aspectos y consideraciones ya inundan las aulas, pero otros, lamentablemente, aún no ha conseguido traspasar los muros escolares. Pero recuerda... desde el aula puedes hacer mucho más de lo que imaginas.
La enseñanza en las escuelas debería acercarse a este modelo.
ResponderEliminarMuy interesante y exhaustivo vuestro artículo. Muchas gracias por la información. Conocer alternativas a la enseñanza tradicional nos permite elegir con conocimiento de causa.
¡Qué interesante! Graciaaaaaas :)
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