No sé a quién se dirige este poema. Ni siquiera por qué fue escrito ni cuál es su intención real. Sin embargo, percibo un vínculo de lo que en él se cuenta con la tarea docente, la verdadera labor de todo maestro (aunque algunos digan lo contrario): hacer del aula un paraíso.
Alguien que baje la luna hasta tu patio,
no es tan admirable como quien te haga
sentir que cualquier basurero sea un paraíso.
¡Sentir!.
¡Esa es la palabra!
Alguien que con
sólo su voz diga:
¡abracadabra!
Y todo se llena
de color,
se llena
de magia.
¡Sentir¡
Sentir
un vértigo
desde el suelo,
sin haber alzado vuelo;
sentir que todo se distorsiona,
y se curva alrededor de ti,
trasladándote despierto
a vivir un sueño.
¡Sentir!
Sentir que sólo
alguien puede
alterar tu espacio
y tiempo,
no es cualquier cosa,
es una proeza,
es admirable.
Cualquiera te baja
la luna hasta tu patio,
pero no cualquiera,
te hace sentir
que un basurero
es un paraíso.
Rourke Boada
¡Qué bonito! Gracias por compartirlo. Un saludo.
ResponderEliminarHola María, me ha encantado el post, muy bonito la verdad. un saludo
ResponderEliminar¡Precioso! Un saludo
ResponderEliminar¡Hola María! Te he dejado un premio en mi blog. Me encanta la labor que haces, pronto llegará el cambio educativo que tanto deseamos ;) http://coloreasumundo.blogspot.com.es/2015/04/premio-al-mejor-blog-amigo.html
ResponderEliminar¡Hola María! Te he dejado otros dos premios en el blog :) http://coloreasumundo.blogspot.com.es/2015/04/premios-black-wolf-blogger-award-y.html
ResponderEliminaruy veo que ya lo tienes, pero como está claro que te lo mereces...cuando tengas un ratito pásate por mi blog http://jugandoconduendesyhadas.blogspot.com.es/ que tienes un premio esperándote!
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