La clase de arte se ha terminado, pero Vashti continúa pegada a la silla delante del papel en blanco. Su profesora la anima a dibujar algo, ¡lo que sea! Pero Vashti no puede dibujar, ¡ella no es ninguna artista! Para demostrárselo clava el lápiz en el papel muy enfadada. ¡Ya está!, le dice. Lo que Vashti no sabe es que ese pequeño punto será el comienzo será el comienzo de un viaje interior lleno de sorpresas, que le ayudará a descubrir a la artista que lleva dentro....
Con esta preciosa historia, Peter H. Reynolds nos cuenta una fábula sobre el espíritu creativo que tenemos todos en nuestro interior, dando así un empujoncito a todos aquellos que tercamente se empeñan en que no saben o pueden expresarse artísticamente. El autor señala en, cuando visita clases, a menudo pregunta a quién le gusta dibujar. Los más pequeños alzan todos la mano, sin embargo el número de manos en alto va disminuyendo en etapas superiores. Es triste ver como la energía artística y creativa va decreciendo y desapareciendo... aunque está convencido de que es porque los niños aprenden que hay reglas que seguir. Pero cuando se trata de expresarte, puedes inventar tus propias reglas, las puedes cambiar, estirar, ignorar, y lanzarte a lo desconocido...
Una entrada fantástica para reflexionar :) Gracias por compartir. Un beso y buen finde.
ResponderEliminarLindo cuento, a mis estudiantes les va a a encantar muchas gracias por publicarlo. Te felicito tienes un hermoso blog.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Hola!!!
ResponderEliminarTe he dejado un regalo que espero que te guste
http://thelittlepixiessole.blogspot.com.es/2014/06/nuestro-primer-premio.html
Un saludo