La conversación y la observación no son las únicas formas de obtener información de nuestros niños.
Esa gran cantidad de dibujos realizados en la infancia son más que dibujos: son auténticas fuentes de expresión del estado del niño, su vida y su forma de ser y pensar.
Esta ''rama'' de la grafopsicología (ciencia encargada del estudio de la personalidad a través de la escritura, que defiende que ''la escritura es lo más parecido a la huella dactilar'') interpreta, en vez de la escritura, los dibujos. Los dibujos son de lo más personal e íntimo que podemos encontrar, puesto que sale de nosotros, de nuestra mente, de nuestras entrañas. Somos dueños de las formas y colores cuando ponemos ante nosotros una superficie sobre la cual volcar lo que de nosotros emane, y por esta razón considero el saber captar los mensajes que nos transmite el dibujo un recurso muy útil para una educadora infantil.
Además, como la perfección no existe, habrá padres cuya colaboración con la educación de su hijo sea escasa, padres que no sean claros a la hora de aportar información, padres recelosos de su intimidad, etc, que pueden no facilitarnos conocer en profundidad al pequeño y sus características sociales, familiares y ambientales que puedan tener una repercusión directa a la hora de desenvolverse en el aula, con sus compañeros y mientras aprende. Aspectos que sí pueden ser descubiertos si sabemos interpretar los dibujos de los niños.
Con lo cual, yo personalmente confío y me inicio en esta pequeña disciplina. Hice una pequeña y discreta prueba para comprobar la efectividad de la interpretación y sí, lo que significaba el dibujo correspondía perfectamente con la realidad. ¿Casualidad? Yo diría que no.
Tras esta introducción, al grano: en este primer post (porque habrá más) sobre interpretación del dibujo infantil les expongo los aspectos básicos y claves para empezar a interpretar el dibujo de un niño.
¿DÓNDE?: La situación de las partes del dibujo
Lo que se dibuja en la parte superior del papel está relacionado con la cabeza del niño, el intelecto, la imaginación y sus curiosidades, sus ansias de saber, el optimismo.
Lo dibujado en la parte inferior del papel se relaciona con las necesidades físicas, el pesimismo.
Lo dibujado en la parte izquierda, relacionado con el futuro (ansias de saber, optimismo); lo dibujado en la parte derecha, con el pasado (regresión hacia el pasado, búsqueda de protección, rechazo al futuro, al crecer), y si se encuentra en la parte central, con el presente.
EL TAMAÑO
Cuando el niño ocupa toda o la mayoría de la superficie disponible para pintar, o dibuja las partes, objetos, personas, símbolos, etc de tamaño mediano-grande, nos encontramos ante un niño seguro y con confianza en sí mismo.
Por el contrario, cuando el niño dibuja en pequeñas dimensiones, dejando mucho espacio sin dibujar, o dibujando los objetos, etc, de forma reducida, diminuta, pueden delatar a niños con falta de confianza en sí mismo, o niños reflexivos.
LA PRESIÓN: ¿Con qué fuerza dibuja el peque?
La presión hace referencia a la fuerza que el niño ejerce sobre la superficie con el lápiz, rotulador, etc a la hora de dibujar.
Llendo a los extremos, cuando ejerce mucha presión, es la agresividad la que se está manifestando. Por otro lado, cuando la presión es poca, menor de lo normal, puede representar a un niño falto de motivación, voluntad y ganas.
LOS TRAZOS
Si son continuos, indican docilidad y ternura; pero si son cortos, con continuas interrupciones, cortes o borrados, revelarían a un pequeño impulsivo y algo inseguro.
Y con estas pautas nos quedamos por ahora. Ojalá les haya gustado tanto como a mí.
¡Pronto, segundo post sobre interpretación de dibujos!
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