Cada curso que comienza es momento de poner en marcha el RE : reflexionar, repensar, replantear, reordenar, reorganizar y rediseñar acerca de todos los elementos que influyen y favorecen el proceso de aprendizaje, tal como lo es el colegio, el aula y su estética. Si realmente somos conscientes de la enorme importancia que el espacio posee en la acción de aprender y educar (que la tiene, ¡y mucha!), al inicio de cada curso nos preguntaremos cómo organizar y diseñar el espacio disponible de manera que se convierta en un entorno enriquecido que potencie y motive a los niños, que los acoja cálidamente y les produzca curiosidad y atracción. Estas pautas o consejos nos pueden ayudar a lograrlo: