Es la época de la felicitación por excelencia.
Todos buscamos felicitaciones originales, ¿verdad?...
Y creo que no hay nada más original que hacer con los peques (y los no tan peques) nuestra propia postal de felicitación navideña.
¿Cómo? Muy fácil. Lo primero, poner en marcha la imaginación. ¿Qué usar? Una cartulina doblada, un folio, un trozo de cartón, o quizá de tela. Los materiales son infinitos, ¡cualquier cosa sirve!
Y una vez hayamos elegido la base, toca realizar el diseño. ¿Tendrá portada? ¿O habrá sorpresa dentro? ¿Qué motivo elegir? ¡Aquí les dejo algunas imágenes curiosas que inspiran!
¡Una cara de reno! |
¿Y si usamos las huellas de los pies de los peques? |
Cantores personalizados con fotito |
Como ven, para decorar se pueden usar muuuuchas cosas combinándolo de diversa forma: purpurina, materiales de relieve (algodón, botones, telas, bolitas...), pintura, tiza, lápices, trozos de revista para hacer collages, etc.
Seguro que a los niños se les ocurren mil formas de hacerlo. Y recibir una felicitación así tiene mucho más valor que una imagen impresa o una postal digital.
Te diviertes tú, se divierten los niños y pasan un ratito muy agradable juntos, un trabajo en equipo único y totalmente original.
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